La bruja y el dragón. Érase una vez una bruja llamada Morgana que vivía en una cabaña en el corazón de un bosque mágico. Morgana era una bruja muy poderosa, pero también muy solitaria. A pesar de tener muchos hechizos y conjuros memorizados, ella no tenía amigos cercanos, y siempre se sentía un poco triste al pensar en su soledad.
Un día, mientras estaba caminando por el bosque, Morgana se tropezó con algo pesado y sólido. Al mirar hacia abajo vio un huevo grande y brillante. Pensando que podría ser una piedra mágica, Morgana lo llevará de regreso a su cabaña para examinarlo más de cerca.
Mientras estudiaba el huevo, este empezó a temblar y sacudirse. De repente, un pequeño dragón salió del interior del huevo, abriendo sus ojos brillantes y mirando a su alrededor.
Morgana estaba sorprendida pero también muy contenta, finalmente tendría un amigo con el que podría compartir su tiempo de soledad, así que decidió darle la bienvenida con un dulce hechizo.
«Te doy la bienvenida a mi hogar, pequeño dragón. De ahora en adelante, seremos amigos inseparables. Juntos tendremos aventuras increíbles y protegeremos el bosque mágico».
El dragón pareció entender las palabras de Morgana, y sonrió con su hocico escamoso. A partir de esa mañana, Morgana y el dragón se convirtieron en amigos inseparables, y juntos exploraron cada rincón del bosque.
Un día, camino al río, Morgana y el dragón se encontrarán con un grupo de aldeanos que estaban en una situación realmente difícil. El monstruo del bosque, un enorme y peligroso lobo, estaba causando estragos en la aldea, destruyendo hogares y campos enteros, y la gente estaba desesperada.
Sin esperar más, Morgana y su dragón deciden ir a buscar al lobo y tratar de detenerlo. Sabían que era un riesgo, pero la valentía y el coraje se habían apoderado de ellos esa vez.
Finalmente, lo encontraron en una llanura, mordisqueando ovejas y vacas que había robado del pueblo. El lobo era gigante, mucho más grande que el dragón, pero Morgana y su dragón no se desanimaron. Se acercaron lentamente al lobo, tratando de no hacer ruido.
Pero el lobo los olía y los atacó con furia, Morgana y su dragón se separarán, el dragón intenta distraer al monstruo mientras Morgana lanza todos sus hechizos en el lobo, pero no son suficientes, el lobo seguía atacando.
De repente, Morgana tuvo una idea. Recordó un hechizo que había leído en un libro antiguo, un hechizo que era muy peligroso de usar pero que era la única forma de derrotar al monstruo del bosque. Entonces, con su varita mágica en mano, Morgana recitó la hechizo gritando «Eleutheriam Episun,».
De repente, la luz cegadora explota en el campo de batalla, el lobo se detiene de repente y se cubre los ojos con su pata, lo que le da al dragón el tiempo suficiente para saltar sobre él.
Morgana, por otro lado, pierde el conocimiento al lanzar el hechizo, y el dragón se preocupa, tratando de despertarla antes de que el lobo se recupere.
Finalmente, Morgana se despierta, el hechizo había funcionado, el lobo estaba derrotado. Los aldeanos llegaron gritando las gracias a los tres héroes.
Tanto el dragón como Morgana fueron aclamados como héroes y finalmente encontraron amigos y compañeros, gracias a su valor y coraje en defensa del bosque y la gente.
Desde ese día en adelante, Morgana y su dragón se convirtieron en los protectores del bosque mágico, y la gente de la aldea nunca más tuvo que preocuparse por el monstruo del bosque. Morgana aprendió la importancia de la amistad y el valor en su corazón, y nunca se sintió sola de nuevo.
