El caballo que salvó el reino de los sueños

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El caballo que salvó el reino de los sueños
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El caballo que salvó el reino de los sueños. Había una vez un caballo llamado Espíritu, que vivía en un reino mágico llamado el Reino de los Sueños. Espíritu era diferente a los demás caballos, era más valiente, más rápido y más fuerte que cualquier otro caballo del reino. Pero su habilidad más especial era su capacidad para ver más allá de lo físico, para percibir el mundo de los sueños y ayudar a los soñadores a sanar sus temores y preocupaciones.

El rey de los sueños era un anciano sabio llamado Morfeo, quien había estado gobernando el reino durante siglos. Él sabía que el Reino de los Sueños era esencial para todos los demás reinos, porque allí es donde se forjan los sueños que dan lugar a las fortalezas de la imaginación, la creatividad y la esperanza. Sin embargo, en los últimos días, el rey Morfeo había estado durmiendo inquieto, plagado de pesadillas y visiones oscuras.

Un día, un mensajero llegó al reino de los sueños con malas noticias. Era un mensajero del Reino de la Oscuridad, un reino siniestro gobernado por una reina malvada llamada Morgana. El mensajero explicó que Morgana estaba planeando atacar el Reino de los Sueños, y que sus ejércitos estaban en camino.

El rey Morfeo se preocupó mucho por las noticias y se dio cuenta de que necesitaba hacer algo para proteger su reino. Buscó la ayuda de Espíritu, el caballo mágico, y le pidió que fuera al mundo de los sueños y pidiera ayuda a los soñadores.

Espíritu se dispuso a la tarea, y de inmediato se puso en marcha en su carrera hacia el mundo de los sueños. Voló entre las nubes y corría velozmente por el mundo onírico, buscando a los soñadores.

En su camino, Espíritu fue encontrando varios sueños de muchas personas, algunos eran tristes y oscuros, pero otros eran luminosos y llenos de esperanza. En cada sueño, Espíritu se detenía y galopaba alrededor del soñador, inspirándolo, infundiendo energía y fuerza para enfrentar los obstáculos que eran veían en su mundo de vigilia. Espíritu les recordaba a los soñadores que ellos eran los dueños de sus sueños, y que podían cambiar sus historias y vencer sus miedos. Espíritu les hablaba de agradecimiento, de esperanza y de la importancia de creer en un futuro mejor.

Cada soñador al que Espíritu visitaba, entendía el mensaje y empezaba a soñar con un Reino de los Sueños feliz y protegido. Espíritu se robó el corazón de muchos soñadores, quienes le confiaron sus miedos y esperanzas.

Finalmente, Espíritu regresó al reino de los sueños y encontró al rey Morfeo en el balcón de su palacio, mirando con preocupación hacia el horizonte. Espíritu relató su aventura y explicó que muchos soñadores estaban dispuestos a ayudar a proteger el Reino de los Sueños. El rey Morfeo miró con asombro y gratitud, estaba impresionado por el coraje y la valentía de Espíritu.

Una noche, Morgana y sus ejércitos de la oscuridad llegaron a las puertas del Reino de los Sueños. La batalla fue feroz, y parecía que el Reino estaba a punto de ser conquistado. Pero entonces, algo sorprendente sucedió. Desde todos los rincones, se escuchó el canto de un suave coro de soñadores. Todos ellos unidos por un mismo sueño, el de proteger al Reino de los Sueños.

Con ellos venían las luces espirituales, las cuales eran el arma que les permitían luchar contra la oscuridad de Morgana, los soñadores crearon las luces a través de sus mismas esperanzas y deseos. Y en ese momento, de entre todo aquel coro de luces mágicas y soñadores, surgió Espíritu, el caballo mágico. Montado por el rey Morfeo llevaba puesto su escudo y su lanza, reconfortado por todos los sueños que había recogido en su camino.

Espíritu corrió hacia la oscuridad que amenazaba la paz del Reino de los Sueños, y atravesó la línea enemiga con su valentía y sin titubeos. Su poder fue suficiente para mantener a raya a los ejércitos de la Oscuridad, protegiendo al reino en el que reina la imaginación, la creatividad y la esperanza.

El coro de soñadores veía todo desde lejos cantando quisieron darle a Espíritu la victoria que el ejército de luz necesitó. Desde entonces, el Reino de los Sueños ha estado protegido y a salvo, gracias a la valentía de un caballo mágico llamado Espíritu, que supo convencer con su coraje y amor a tantos soñadores.

Todo esto sucedió en el corazón de los sueños, lo que significa que el coraje, la esperanza y la valentía de Espíritu nunca se olvidarán, porque siempre vivirán en aquellos sueños que beneficiaron al mundo onírico y al mundo material.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
El caballo que salvó el reino de los sueños
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