El caballo de los sueños de terciopelo

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El caballo de los sueños de terciopelo
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El caballo de los sueños de terciopelo. Había una vez un caballo de terciopelo, de un color tan intenso que parecía negro, pero si lo mirabas bien, podías ver que tenía un brillo azul en su pelaje. Era un animal majestuoso, con una mirada sabia y profunda. Este caballo tenía una peculiaridad, y es que solo aparecía en los sueños. Siempre que alguien soñaba con él, se sentía en paz y seguro.

Pero nadie sabía de dónde venía este caballo o cómo llegaba a los sueños de las personas. Algunos decían que era una creación de la mente, otros que era un ser mágico que viajaba por el mundo invisible de los sueños. Lo cierto es que aquellos que lo veían en sus sueños, sabían que era algo especial.

Un día, un niño llamado Tomás tuvo un sueño en el que el caballo de terciopelo aparecía en una pradera llena de flores. Tomás se acercó al caballo, que lo saludó con un relincho amistoso. La escena era tan real que Tomás podía sentir la suavidad del pelaje en sus manos. El caballo lo dejó montarse y comenzó a galopar por la pradera. Era un paseo tranquilo y lleno de paz.

Cuando Tomás se despertó, estaba fascinado por ese sueño. Nunca antes había soñado con algo tan hermoso. Durante varios días, siguió soñando con el caballo de terciopelo y cada vez era más difícil despertar después de ese sueño. Fue entonces cuando decidió hacer algo al respecto.

Tomás sabía que había algo especial en ese animal, algo que iba más allá de un simple sueño. Entonces comenzó a buscar información sobre el caballo de terciopelo. Leyó libros de cuentos, habló con amigos, preguntó a sus padres. Pero nadie sabía nada sobre ese caballo.

Pero no se rindió, sabía que ese caballo era real y que tenía que encontrar la verdad. Así que una noche, antes de dormir, se concentró y pidió en voz baja: «Por favor, déjame encontrar al caballo de terciopelo en mi sueño y permíteme descubrir de dónde viene y qué significa.»

Esa noche, encontró al caballo de terciopelo en su sueño nuevamente. Pero esta vez, no se limitó a montarlo y disfrutar del paseo. Se acercó al caballo y le preguntó: «¿De dónde vienes? ¿Por qué solo apareces en los sueños?»

El caballo lo miró fijamente con sus hermosos ojos y le contestó: «Vengo de un lugar especial, una dimensión paralela a la tuya. Mi función es entrar en los sueños de las personas que necesitan un poco de paz y tranquilidad. Soy una especie de guía espiritual que los ayuda a obtener el descanso que merecen.»

Tomás no podía creer lo que estaba escuchando, pero sabía que era verdad. Él había sentido esa paz y tranquilidad en cada sueño en el que aparecía el caballo. Así que siguió preguntando: «¿Puedes llevarme a ese lugar especial?»

El caballo sonrió y le contestó: «Lo siento, pequeño Tomás, pero mi mundo y el tuyo son muy diferentes. No podría llevarte allí, pero sí puedo enseñarte algunos secretos para que puedas traer esa paz y tranquilidad a tu vida diaria.»

A partir de ese momento, Tomás comenzó a aprender de su amigo de terciopelo. Aprendió a meditar, a imaginar paisajes de paz y armonía, a controlar su respiración en momentos de estrés y ansiedad. Cada noche, durante sus sueños, exploraba nuevas formas de relajarse y conectarse con su mundo interior.

Poco a poco, Tomás comenzó a sentir esa paz y armonía incluso en su vida diaria. No solo obtenía esa tranquilidad en sus sueños, sino que aprendió a crearla en su realidad. Y cada vez que tenía una dificultad, cerraba los ojos y se imaginaba junto a su amigo de terciopelo, galopando por la pradera, disfrutando del momento.

Con el tiempo, algunos amigos de Tomás comenzaron a soñar con el caballo de terciopelo también. Y él les enseñó los mismos secretos que había aprendido de él. Y así, poco a poco, más y más personas comenzaron a tener sueños con el caballo de terciopelo y a conectarse con su propia paz interior.

Nunca nadie encontró la forma de conocer el origen de aquel caballo tan especial, pero eso no importaba tanto como el hecho de que había traído serenidad y tranquilidad a la vida de muchas personas. Y a través de Tomás y sus amigos, el caballo de terciopelo se convirtió en una leyenda, en un símbolo de esperanza y armonía para aquellos que lo necesitaban.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
El caballo de los sueños de terciopelo
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