La leyenda de la yegua lunar

Tiempo de lectura: 5 minutos

La leyenda de la yegua lunar
¿PREFIERES UN AUDIOCUENTO?

Si prefieres, puedes escuchar el cuento mientras haces otras tareas

La leyenda de la yegua lunar. Hace muchos años, en una pequeña aldea en el centro del país, vivía una hermosa yegua blanca llamada Luna. Era la yegua más hermosa de la región, con una gran melena y un pelaje brillante que parecía reflejar la luz de la luna. Todos en la aldea la amaban y respetaban, y la consideraban una de las criaturas más importantes de la región. Pero Luna tenía un secreto que nadie conocía. Solo ella y la luna sabían la verdad.

La historia comenzó cuando Luna era solo un potrillo. Su madre murió poco después de su nacimiento, dejando a Luna abandonada y sola en el mundo. Pero la pequeña yegua tenía una fuerza interior que la impulsaba a seguir adelante. Decidió buscar comida y agua por su cuenta, y así logró sobrevivir como una yegua salvaje en las colinas cercanas.

Una noche, mientras Luna corría por las colinas, la luna llena apareció en el cielo. Era una luna grande y brillante, iluminando todo a su alrededor. Luna se detuvo en seco y miró fijamente la luna, como si algo la llamara. Y de repente, algo extraño sucedió.

Luna sintió como si algo entrara en su cuerpo y la transformara. Poco a poco, su cuerpo cambió y su pelaje blanco comenzó a brillar con una luz plateada. Sus ojos se volvieron blancos, y su melena se convirtió en una cascada de luz que flotaba detrás de ella mientras corría. Luna se sintió llena de energía y poder, como si fuera la dueña del mundo.

Desde ese momento, Luna se convirtió en una yegua especial. Solo el día y la noche de luna llena, su cuerpo se transformaba y se convertía en la yegua lunar, con sus propios poderes y habilidades. Y durante esas noches, Luna se dedicaba a proteger la aldea y a sus habitantes, llevando la luz de la luna a todos los rincones más oscuros.

Por las mañanas, Luna volvía a ser la yegua blanca normal. Nadie en la aldea podía entender lo que sucedía, y pronto comenzó a circular una leyenda sobre la yegua lunar. Decían que Luna era una criatura mágica, elegida por la luna para proteger a los seres humanos de todo mal.

A pesar de que Luna era una yegua salvaje, nunca hizo daño a nadie. Siempre se mantuvo alejada de los seres humanos, y solo apareció en la aldea cuando era necesario. Pero todos los habitantes de la aldea sabían que podían contar con ella si lo necesitaban.

Un día, una gran tormenta azotó la aldea, destruyendo casas y granjas enteras. La lluvia caía con tanta fuerza que el río cercano comenzó a inundarse, amenazando con destruir todo lo que había a su paso. Los habitantes de la aldea intentaron en vano contener la inundación, pero la lluvia no se detenía.

Fue entonces cuando un niño recordó la leyenda de la yegua lunar. Sabía que la yegua mágica podría ayudarlos en su momento de necesidad. Tomó su caballo y se dirigió a las colinas, buscando a Luna.

Cuando llegó a las colinas, encontró a Luna, que estaba transformándose en la yegua lunar. El niño le contó todo lo que había sucedido, y Luna supo que tenía que actuar rápidamente. Comenzó a correr hacia la aldea, con el niño montando sobre su lomo. El viento agitaba su melena plateada, y sus cascos troteaban con fuerza en el suelo.

Cuando Luna llegó a la aldea, todos los habitantes la saludaron con alegría y asombro. Nunca habían visto algo así antes. Luna comenzó a correr alrededor de la aldea, saltando por encima del río desbordado y derribando los árboles caídos. La luz plateada que la rodeaba iluminaba todo a su alrededor, y los habitantes de la aldea se sintieron seguros y protegidos.

Finalmente, Luna logró contener la inundación, y el agua comenzó a retroceder lentamente. Los habitantes de la aldea la aplaudieron y la agradecieron por su ayuda, y el niño que había venido a buscarla le prometió volver a visitarla cuando lo necesitaran.

Desde ese día, la leyenda de la yegua lunar se convirtió en una historia que se transmitió de generación en generación. Todos en la aldea recordaron la noche en que Luna se convirtió en la yegua lunar, y cómo había ayudado a proteger a la aldea de la inundación.

Y aunque nunca pudieron entender cómo sucedía todo, los habitantes de la aldea siempre supieron que podían contar con Luna, la yegua lunar, para protegerlos de todo mal.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
La leyenda de la yegua lunar
¿Te ha gustado «La leyenda de la yegua lunar»?
¡Compártelo con tus amigos!
Facebook
Twitter
Pinterest
WhatsApp
Email
Imprimir